Hoy traigo al blog una de mis recetas favoritas, que en esta ocasión acabo de preparar para la cena. Es ligera, aunque la nata y el cuscús le aportan consistencia suficiente para quedar satisfecho en una noche de otoño.
Los ingredientes que utilicé, para dos personas, fueron:
- Cuatro cebollitas (de las que llaman francesas)
- Un puerro mediano
- Dos cogollos de lechuga
- 175 gramos de guisantes congelados
- 100 ml de nata
- 100 ml de vino blanco
- Una cucharadita de mantequilla
- Un puñadito de menta picada (puede ser seca) y otro de perejil
- También cuscús para acompañar
En una sartén grande ponemos a calentar la mantequilla y una cucharada de aceite de oliva virgen extra, hasta que forman un poquito de espuma. Añadí entonces las cebollitas y las dejé freír ocho minutos a fuego lento con cuidado de no quemarlas.
Después incorporé el vino y el puerro limpio y cortado en trozos de unos diez centímetros de largo. Llevé a ebullición y lo tuve cociendo cinco minutos para que los puerros quedasen tiernos. A continuación le llegó el turno a los guisantes, que cocieron a fuego suave cinco minutos más antes de echar en la sartén los cogollos partidos longitudinalmente.
Pasados tres minutos de cocción, añadí la nata y las hierbas, salpimenté y lo calenté ligeramente durante un par de minutos.
Para servirlo preparé un poco de cuscús, que hice mezclando en un cuenco una parte de cuscús seco con una y media de agua hirviendo y una pizca de sal. Lo cubrí con un plato durante cinco minutos y listo.
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