El tajín es una receta en la que los alimentos primero se fríen y luego se cocinan estofados a fuego muy lento, para lo que se utiliza un recipiente de barro que da nombre al plato. El mío lo tengo en casa de mi madre por lo que opté por cocinar en una olla de hierro.
Los ingredientes que utilicé, para cuatro personas, fueron:
Dos cebollas moradas
Un calabacín mediano
Tres tomates
Tres zanahorias
Tres cucharadas de uvas pasas
300 gramos de guisantes congelados
350 gramos de garbanzos
400 ml de caldo de verduras
Cuatro cucharaditas de especias para tajín
Aceite de oliva virgen extra
Cilantro fresco
Sal
La noche anterior puse en remojo los garbanzos y al levantarme los cocí en olla rápida con agua y sal unos 20 minutos hasta que estuvieron blandos.
En la olla de hierro calenté un chorro de aceite y puse a pochar la cebolla picada gruesa durante cinco minutos. Entonces añadí el calabacín y la zanahoria cortados en bastoncitos, los tomates en daditos, los garbanzos escurridos, las pasas, las especias y el caldo.
La mezcla de especias la compré preparada. Se llama ras el hanut y no es una receta única, depende del vendedor o cocinero que la elabore. En mi caso llevaba pimienta negra, comino, cardamomo, nuez moscada, canela, pimentón y jengibre.
Llevé a ebullición y tapé la olla y lo mantuve diez minutos a fuego muy lento. A continuación rectifiqué de sal e incorporé los guisantes y dejé que cociesen cinco minutos más. Al servirlo, añadí unas hojas de cilantro fresco.
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