Una receta muy colorida, roja, blanca y verde, que ofrece una alternativa a la pizza en una cena informal.
Los ingredientes que utilicé fueron:
- Una placa de hojaldre
- Cuatro cucharadas de salsa de tomate frito
- 10 corazones de alcachofas en conserva
- Un pimiento rojo asado
- 150 gramos de mozzarella
- Una pizca de orégano
Lo primero que hice fue precalentar el horno a 180º. Mientras alcanzaba la temperatura, fui preparando los hojaldres.
Para eso, extendí la masa de hojaldre sobre papel de hornear (lo hice sobre la bandeja del horno) y la dividí en cuatro trozos con ayuda de un cuchillo.
A continuación, y con el mismo cuchillo pero sin llegar hasta el final, marqué los bordes de cada trozo formando una especie de marco de 1 cm. de grosor. El objetivo de este paso es que al subir la masa por los bordes los ingredientes queden bien colocados en el interior.
Lo siguiente fue rellenar el hojaldre. Extendí la salsa de tomate con cuidado de no salirme de los bordes y encima puse el pimiento asado cortado a tiras.
Corté los corazones de alcachofa y puse cinco mitades en cada trozo de hojaldre.
Por último reparti la mozzarella y espolvoreé el orégano antes de meter la bandeja en el horno.
Estuvo horneándose unos 10 minutos, hasta que vi que la mozzarella estaba derretida y el hojaldre dorado sin quemarse.
Lo serví recién hecho acompañado de unas hojas de lechuga.
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