Esta receta, basada en una sopa muy común en la cocina anglosajona, me salió deliciosa y es un plato ideal para la época invernal.
Los ingredientes que utilicé, para seis personas, fueron:
- 2 kg. de tomates maduros
- 4 zanahorias
- 1 cebolla
- 12 hojas de albahaca fresca
- 2 cucharadas de azúcar
- 4 cucharadas de leche de coco
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta
Lo primero que hice fue poner a calentar el horno a 200º y mientras alcanzaba la temperatura fui preparando los ingredientes.
Pelé las zanahorias y las corté en rodajas muy finas con ayuda de la mandolina. También pelé la cebolla y la corté en trozos medianos.
En mi olla de hierro fundido calenté dos cucharadas de aceite de oliva y rehogué la cebolla durante unos minutos. A continuación incorporé las zanahorias, removí y dejé la olla a fuego muy suave mientras preparaba los tomates.
Lavé bien los dos kg. de tomates y los corté en cuartos. Los añadí a la olla junto con las hojas de albahaca, el azúcar y el resto de ingredientes y salpimenté.
El horno ya se había calentado, así que metí la olla en él y la tuve 40 minutos. Comprobé que los tomates estaban en su punto (asados pero no deshechos) y saqué la olla.
Por último, lo trituré todo con la batidora de brazo y pasé la crema por el chino para que quedara más suave.
Antes de servir, añadí la leche de coco y rectifiqué de sal. La leche de coco no es imprescindible pero le da un toque muy personal.
Decoré la crema con un poquito de albahaca picada y la tomé caliente.
Pelé las zanahorias y las corté en rodajas muy finas con ayuda de la mandolina. También pelé la cebolla y la corté en trozos medianos.
En mi olla de hierro fundido calenté dos cucharadas de aceite de oliva y rehogué la cebolla durante unos minutos. A continuación incorporé las zanahorias, removí y dejé la olla a fuego muy suave mientras preparaba los tomates.
Lavé bien los dos kg. de tomates y los corté en cuartos. Los añadí a la olla junto con las hojas de albahaca, el azúcar y el resto de ingredientes y salpimenté.
El horno ya se había calentado, así que metí la olla en él y la tuve 40 minutos. Comprobé que los tomates estaban en su punto (asados pero no deshechos) y saqué la olla.
Por último, lo trituré todo con la batidora de brazo y pasé la crema por el chino para que quedara más suave.
Antes de servir, añadí la leche de coco y rectifiqué de sal. La leche de coco no es imprescindible pero le da un toque muy personal.
Decoré la crema con un poquito de albahaca picada y la tomé caliente.
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