Esta receta, sacada de un libro de Lorraine Pascal, me permitió hacer algo que me gusta: cocinar con sidra. Quedó muy jugoso y más suave de lo que se espera en un guiso de carne.
Los ingredientes que utilicé fueron:
Los ingredientes que utilicé fueron:
- Dos muslos de pollo
- Cuatro salchichas frescas
- Una manzana Granny Smith
- Una cebolla tierna
- Dos dientes de ajo
- Dos cucharadas de harina
- 375 ml. de sidra
- 125 ml. de caldo de pollo
- Aceite de oliva virgen extra
- Una ramita de romero
- Sal y pimienta negra
Para la guarnición:
- Dos patatas grandes
- Tres zanahorias
Comencé preparando la guarnición. Pelé las patatas y las zanahorias y las corté en rodajas muy finas y salpimenté. Eché un buen chorro de aceite de oliva en una olla y cuando estuvo caliente añadí las patatas y las zanahorias.
Las rehogué durante cinco minutos para que cogieran un poco de color y entonces añadí 125 ml de sidra y 125 ml de caldo de pollo. Llevé a ebullición y cuando aparecieron las burbujas bajé la potencia y lo tuve a fuego lento durante 20 minutos.
Mientras se hacían, preparé el pollo. En una cazuela puse a calentar una cucharada de aceite de oliva. Salpimenté bien los muslos, que tenía cortados por la mitad, y los eché a la cazuela para que se dorasen. Estuvieron un par de minutos por cada lado y añadí las salchichas cortadas en trozos de unos cuatro centímetros y removí durante cinco minutos.
Retiré la carne a un plato y aproveché el jugo que dejaron para freir en él el ajo y las cebollas picados muy finitos. Rehogué durante unos minutos y lo saqué al plato del pollo.
Desgrasé el fondo de la cazuela con un chorrito de sidra y añadí dos cucharadas de harina. Con una cuchara de madera removí bien para que espesara y eché la carne, el ajo, la cebolla y el resto de la sidra.
Subí el fuego y cuando comenzó a hervir lo bajé para tenerlo cociendo quince minutos a fuego suave. Cuando faltaban cinco minutos para que el pollo se terminara de hacer incorporé la manzana a la cazuela cortada en gajos sin pelar y el romero.
Con la guarnición y el guiso listos, lo llevé a la mesa para tomarlo recién hecho.
Retiré la carne a un plato y aproveché el jugo que dejaron para freir en él el ajo y las cebollas picados muy finitos. Rehogué durante unos minutos y lo saqué al plato del pollo.
Desgrasé el fondo de la cazuela con un chorrito de sidra y añadí dos cucharadas de harina. Con una cuchara de madera removí bien para que espesara y eché la carne, el ajo, la cebolla y el resto de la sidra.
Subí el fuego y cuando comenzó a hervir lo bajé para tenerlo cociendo quince minutos a fuego suave. Cuando faltaban cinco minutos para que el pollo se terminara de hacer incorporé la manzana a la cazuela cortada en gajos sin pelar y el romero.
Con la guarnición y el guiso listos, lo llevé a la mesa para tomarlo recién hecho.
Comentarios