Buñuelos de gambas


Esta es una receta habitual en mis reuniones familiares. La preparaba mi abuela, la sigue preparando mi madre y ahora me he animado a hacerlo yo. Son buñuelos, aunque en mi casa siempre se les llamó "torticas".


Los ingredientes que utilicé, para ocho personas, fueron:

500 gr. de gambas de buena calidad
4 huevos
8 dientes de ajo
Una cucharada pequeña de azafrán
Un manojito de perejil
Diez cucharadas (soperas) de harina de repostería
Media cucharadita de bicarbonato
Sal
Cúrcuma
Aceite de oliva virgen extra

Lo primero que hice fue pelar las gambas y dejarlas apartadas en una fuente. 

En un cuenco grande puse los cuatro huevos (las yemas y las claras), los dientes de ajo pelados, el azafrán y el perejil. También una pizca de sal y una pizca de cúrcuma. Lo batí con la batidora hasta que los ajos estuvieron completamente triturados. 

A esa mezcla le fui añadiendo, poco a poco, cucharada a cucharada la harina mientras removía con unas varillas. Quedó una masa ni muy líquida ni muy espesa. Entonces añadí las gambas y media cucharadita de bicarbonato y removí de nuevo muy bien. 

En una sartén de tamaño medio puse a calentar abundante aceite de oliva y cuando estuvo caliente eché con ayuda de una cuchara un poquito de masa. La freí un minuto por cada lado y la saqué a un plato. Probé que había quedado esponjosa y en su punto de sal, lo que significa que la masa no necesitaba retoques. Si hubiese quedado muy espesa habría que añadir un poquito de agua. Al contrario, si hubiese estado muy líquida habría que añadir un poco de harina. 

A partir de ahí me puse a freír los buñuelos. Cada uno llevaba dos gambas y la cuchara llena de masa. Los hice en tandas de cuatro, procurando que el aceite estuviese siempre caliente y sacándolos cuando estaban dorados (un minuto por cada lado) a una bandeja.

Los tomé recién hechos, de aperitivo. 









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