Los ingredientes que utilicé, para dos personas, fueron:
- 250 ml. de leche
- 2 yemas de huevo
- 2 cucharadas de azúcar
- 1 cucharadita de maicena
- Media remolacha cocida
- 1 ramita de canela
- Piel de limón
- 2 onzas de chocolate negro
Lo primero que hice fue infusionar la leche con la rama de canela, la piel de limón y la remolacha. Lo puse todo en un cazo y cuando la leche empezó a hervir lo aparté del fuego y dejé que se enfriará.
Cuando estuvo frío retiré la canela y el limón y pasé por la batidora la remolacha y la leche, añadí la cucharadita de maicena y removí bien.
Por otro lado, batí las dos yemas de huevo y el azúcar en un cazo al que fui añadiendo poco a poco el batido de leche y remolacha removiendo con las varillas para que la mezcla quedase bien integrada.
A continuación puse el cazo a calentar al baño maría, comenzando con la temperatura muy baja y sin dejar de remover. Estuve removiendo unos cinco minutos a fuego suave hasta que las natillas empezaron a espesar. Entonces las retiré del fuego y las repartí en dos cuencos que metí en el frigorífico.
Pasadas un par de horas las natillas ya estaban listas y las adorné con chocolate negro rallado.
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