Los calamares braseados de Conservas Güeyu Mar están deliciosos sin más, pero de vez en cuando me gusta utilizarlos como base de alguna receta. En este caso preparé una muy asturiana: cebollas rellenas.
Los ingredientes que utilicé fueron:
- Cuatro cebollas
- Una lata de calamares a la brasa en su tinta
- Una hoja de laurel
- Un vaso de vino blanco
- Un huevo duro
- Perejil
- Dos dientes de ajo
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra
Lo primero que hice fue quitarle las capas exteriores a las cebollas y ahuecarlas con ayuda de una cuchara. Tuve cuidado de no llegar hasta el fondo para no romperlas y reservé los trozos sobrantes. Utilicé cebollas de forma achatada para que asentasen bien en la cazuela y no se moviesen al cocer.
A continuación rellené los huecos con calamares braseados en su tinta y tapé las cebollas con un trozo de los que había reservado.
Puse abundante aceite de oliva en una sartén honda y freí las cebollas hasta que quedaron doradas (con cuidado de que no se saliera el relleno ni entrase aceite en el interior).
Una vez doradas, las saqué a una fuente y en el mismo aceite poché los trozos de cebolla que me quedaban, picados muy finos.
A continuación puse las cebollas rellenas en una cazuela, añadí la cebolla pochada, el vino, la hoja de laurel, un majado de ajo y perejil y una pizca de sal.
Cubrí con agua dos tercios de las cebollas (para que al cocer no entrase líquido en el interior) y estuvieron cociendo a fuego suave durante una hora y media (vigilé para que no se deshiciesen).
Una vez guisadas las saqué de la cacerola para triturar la salsa que había quedado junto con la tinta de los calamares. Serví las cebollas en un plato hondo sobre la salsa triturada y las cubrí con yema de huevo rallada y unas hojas de perejil.
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